lunes, 8 de diciembre de 2014

Ruinas de Itálica III -Anfiteatro (S.II)

Es el principal atractivo arqueológico de Itálica y uno de los más destacados de Hispania. Personalmente la considero como la ruina que hace de este conjunto arqueológico uno de los espacios monumentales más impresionantes que se pueden visitar en Sevilla y su entorno y su visita obligada. Su posición bastante periférica con respecto al conjunto monumental de Sevilla hace que a pesar de ser una gran atracción incluso por aquellos que no solo gusten la arqueología, apenas sea visita obligada por los más de 2 millones largos de turistas que nos visitan anualmente. El hecho de que no se encuentre integrado en un continuo urbano, como puede ser el Coliseo en Roma, el desconocimiento por la falta de información y promoción turística, o la falta de comunicación alternativa al tráfico para acceder al recinto, hace que sea un espacio principalmente visitado por nacionales locales o turistas extranjeros que pernoctan más de varios días en Sevilla. Aún así recibe cerca de 200.000 visitantes anuales.


El anfiteatro de Itálica se sitúa, por sus dimensiones, entre los mayores del Imperio, con un aforo estimado de entre 20.000 y 25.000 plazas, superando claramente la demanda de la población de la ciudad. Su esquema es el habitual: de planta ovalada, con una distribución parecida a la de las actuales plazas de toros, es decir, disponiendo de una superficie para la celebración del espectáculo, la arena, y un graderío dividido en tres niveles separados por corredores. Desgraciadamente el paso del tiempo no ha permitido contemplarlo hoy día con todo su graderío en pie.




La figura de los gladiadores siempre ha despertado gran interés por todos. Esos grandes luchadores que se enfrentaban en crueles batallas en donde arriesgaban su vida por beneplácito de su orgullo y de un público desenfrenado. En el anfiteatro de Itálica tuvieron lugar numerosas batallas y presenta la particularidad de la existencia de una fosa subterránea que estaba destinada a albergar las luchas entre gladiadores y animales, principalmente traídos de África (venationes) y enseres necesarios para el desarrollo de los juegos.


-En el anfiteatro aparecen unas huellas de pies pareadas sobre unas placas de mármol que aludían a Némesis (exvotos de Némesis), diosa de la venganza o la justicia divina que era la divinidad preferida de los gladiadores.


En su interior el anfiteatro aún presenta una serie de galerías que comunicaban la zona inferior del mismo con las gradas más elevadas, así como la existencia de largos corredores abovedados donde el público accedía al anfiteatro desde la calle. Muchos de estos pasillos se encuentran en buen estado de conservación y nos permiten hacernos una fiel idea de cómo serían los accesos al edificio. En su interior contaba con varias salas de culto a Némesis.



miércoles, 26 de noviembre de 2014

Ruinas de Itálica II -Casa de la Exedra, Casa de Neptuno y Termas Mayores- (S.II)

Los edificios semipúblicos

Proyectados para el disfrute de ciertos sectores privilegiados de la población, Itálica cuenta como exponentes destacados el
Edificio de la Exedra, y el del mosaico de Neptuno, que ocupa una superficie de 6.000 metros cuadrados y contiene el pavimento que le da nombre, que era el fondo de una piscina de agua fría, así como el magnífico mosaico del laberinto.



La Casa de Neptuno ocupa una manzana de gran tamaño unos 6000m2, parcialmente escavada. Como sucede con la casa de la Exedra también se asocia con un collegium, pero a diferencia de ésta destaca por sus numerosos mosaicos. Se ha excavado junto al muro sur un conjunto de cuatro habitaciones pavimentadas con mosaicos que representan animales y personajes de iconografía báquica. 


Próximos a estos se halla el mosaico de Laberinto, que representa al héroe griego Teseo luchando contra el Minotauro rodeados por un laberinto.


En el sector oeste se hallan unas termas con restos de los pilares del hypocaustum y junto a ella se halla el mosaico de Neptuno que da nombre a las ruinas del edificio.



Los edificios termales

Junto con la termas menores ya comentadas, en la zona adrianea se levantan las ruinas de las 
Termas Mayores, que pueden visualizarse desde una plataforma en altura. Se trata de un gran recinto donde además de recibir los baños (dotados de salas frías, templadas y cálidas con piscinas), se podía leer, pasear, cerrar negocios o incluso practicar deporte, siendo un complejo edificio de gran importancia para el desarrollo social de cualquier urbe romana. Las termas mayores, proyectadas en época de Adriano y de carácter público, presenta dimensiones espectaculares y soluciones arquitectónicas monumentales.



Ruinas de Itálica I -Casa de los Pájaros y Casa del Planetario- (S.II)

La ciudad romana de Itálica tiene sus antecedentes en el año 206 a.c. cuando el general Publio Cornelio Escipión (Escipión el Africano) establece en un núcleo turdetano a los soldados heridos en la batalla de Ilipa (Alcalá del Río), recién librada contra el ejército cartaginés. Quedó consolidada así, un puesto militar en una zona de alto valor estratégico para el proceso de avance y ocupación de un territorio fundamental en la ribera del Guadalquivir.
Siglos más tarde, la ciudad cobraría gran importancia con el nacimiento de Marco Ulpio Trajano (53-117 d.c.) que llegó a ser el primer emperador procedente de una provincia romana. Su sucesor Publio Aelio Adriano (76-138 d.c.) pasó un período de su juventud en Itálica, circunstancia que determinó su aprecia por la ciudad de la que era originario su padre (¿tío?), lo que se materializó en la ampliación de la ciudad tras su ascenso a la dignidad imperial.


En la ampliación que llevó a cabo el emperador Adriano, las calles se caracterizan por su gran anchura y aceras porticadas. Aún hoy se ve el enlosado y los bordillos de las calles, así como los cimientos de los pilares de los pórticos. El trazado del viario es ortogonal, es decir, con calles que se cortan perpendicularmente formando manzanas rectangulares de diversos tamaños. Éstas acogen una serie de casas residenciales (domus) donde se puede apreciar especialmente los ricos y variados pavimentos (mosaicos), cuyos motivos o repertorios decorativos le han dado nombre buena parte de los edificios actualmente visibles. 


Los edificios residenciales

La
Casa de los Pájaros se define principalmente por ser una vivienda tipo de grandes dimensiones a la que se accedía a través del ostium, a modo de zaguán, dispuesto en forma peculiar en Itálica, puesto que se abre a la calle con una triple entrada que da acceso al vestíbulo. Una vez que atravesamos este nos encontramos con el peristilo, patio de grandes dimensiones con galería cubierta y jardín central. A partir del peristilo se organiza y reparten las distintas estancias de la casa. En una de ellas se representa un hermoso mosaico que da nombre a la casa y donde se representa a más de treinta especies de aves. 




La otra vivienda de grandes dimensiones que puede visitarse en el complejo arqueológico es la llamada Casa del Planetario, donde destacan algunos mosaicos interesantes como el que da nombre a la casa y en el cual se puede apreciar las siete divinidades planetarias relacionadas con los días de la semana. En esta domus también podemos encontrar la reconstrucción de un horno romano. 




viernes, 14 de noviembre de 2014

Iglesia Colegial del Divino Salvador III (1674-1712)

Siguiendo nuestro recorrido por este magnífico templo nos encontramos con la Sacristía Baja. Es un resto de la antigua Capilla Sacramental medieval. Al igual que el patio, su nivel real se encuentra a dos metros por debajo del actual. Este espacio se obtuvo al ocupar una de las galerías de la mezquita. En ella se encuentra una bóveda gótica que es de estilo tardío (1580). En esta sala se encuentra el coro, que antaño estuvo, como es tradición en los templos españoles, en la nave principal del templo pero que fue desmontado y traído aquí. Es obra de los tallistas José y Felipe González de finales del siglo XVIII.
La sala se encuentra presidida por el retablo de la Transfiguración pintado por Pablo Legot en 1631.




Detalle de Cúpula que cuenta con relieves de los cuatro Evangelistas enmarcados dentro de una ornamentación vegetal.


El "claustro" del templo corresponde al primitivo patio de las abluciones (de los naranjos) de la primitiva mezquita de la que quedan aún los restos de arcos y capiteles tanto romanos como visigodos que formaron parte de dicho espacio. Estos arcos indican que el nivel del suelo del Patio en la época almohade debió ser de unos tres menos inferior al actual. También se conserva la base de la torre o alminar de la mezquita reconvertida en campanario cristiano.





Iglesia Colegial del Divino Salvador II (1674-1712)

El espacio más impresionante del templo es sin lugar a dudas el presbiterio que antecede al gran Retablo Mayor de la Colegiata que se encuentra rematado por una bóveda decorada con pinturas murales al temple realizadas por Juan de Espinal en el siglo XVIII. El retablo fue realizado entre 1.770 y 1.779 por el portugués Cayetano de Acosta, según los cánones del más puro barroco sevillano.



A cada lado del transepto se encuentran otros dos grandes retablos barrocos. En la zona derecha se levanta el retablo de la Virgen de las Aguas que contiene un camarín donde se sitúa dicha virgen gótica y que se construyó entre los años 1.726 y 1.755. En el lado contrarío se encuentra otro retablo coetáneo que a su vez es la portada que da acceso a la Capilla Sacramental. 



Detalles de la Capilla Sacramental donde se encuentra la talla del Cristo de Pasión, una de las grandes obras imagineras del barroco sevillano realizada por Martínez Montañes.